San Diego (EE.UU.), 6 sep (EFE).- Louis Marinelli, candidato a la Asamblea de California (EE.UU.) por el distrito 80, es el polo opuesto del magnate y aspirante presidencial Donald Trump aunque comparte su radicalidad a la hora de abordar los problemas que afectan a EEUU, un país que cree que ya no está a la altura del “Estado Dorado”.
Mientras que Trump apuesta por la deportación masiva de indocumentados y la construcción de un muro fronterizo con México, Marinelli reclama la amnistía migratoria para todos los residentes irregulares en California, una demanda que quiere que se vote en referéndum en 2016 junto con otras iniciativas de autogobierno.
“Si Donald Trump es la cara de EEUU hoy, entonces nosotros necesitamos otra para California. No tiene que ser la mía, pero puede ser California como nación”, explicó Marinelli en una entrevista con Efe.
Al igual que Trump, precandidato republicano a la Casa Blanca en 2016, Marinelli nunca ha ocupado un cargo público y es un novato en campañas electorales, aunque a diferencia del magnate, este inexperto político radicado en San Diego es un desconocido joven de 29 años sin el respaldo financiero de un imperio inmobiliario.
En otro tiempo, Marinelli, un neoyorquino que creció con una ideología conservadora, pudo incluso llegar a coincidir con los posicionamientos de Trump, pero sus experiencias vitales le hicieron “ver la luz” hasta transformarse en un liberal que abrazó lo que él califica como la forma de ser de California.
“Ser californiano es más una mentalidad que un origen étnico o un idioma. Yo no acepté o aprendí esos valores hasta que vine aquí (en 2006)”, comentó Marinelli, un estandarte del movimiento nacionalista californiano que actualmente trabaja dando clases de inglés a extranjeros en la Universidad Alliant, en San Diego.
Este profesor de idiomas confiesa que su relación con gente de otros países y su estancia de dos años en Rusia (2010-2012) le hizo adquirir otra visión de EEUU.
Del país eslavo regresó con su novia rusa, con la que se casó en enero para que ella pudiera permanecer en el país, y convencido de la necesidad de una reforma migratoria frente a la inacción de Washington.
“Creo -manifestó- que California tiene mejor historial (que el resto del país) cuando se trata de derechos civiles. No vamos a ganar nuestra lucha imponiéndonos al resto de los estados, yo creo que tenemos que cortar vínculos”.
Marinelli es uno de los impulsores de la campaña “YesCalifornia” (“SíCalifornia”) que tiene como objetivo consultar a los residentes si quieren cambiar la relación del estado con EEUU para tener más soberanía.
“Pensamos que California es una nación dentro de otra nación. No planteamos una total secesión”, indicó Marinelli, quien, sin embargo, no cerró esa posibilidad si las demandas de autogobierno no son satisfechas.
Este neoyorquino -que no está afiliado ni al Partido Demócrata ni al Partido Republicano- aspira a arrebatar el puesto de asambleísta a la hispana Lorena González en las elecciones de 2016, cuya primera vuelta tendrá lugar el 7 de junio.
Ese día confía en que los votantes puedan pronunciarse sobre más de media docena de iniciativas legales entre las que está considerar la bandera estatal como nacional con más rango que la de las barras y estrellas, cambiar el título de gobernador de California a presidente y otorgar permiso de residencia a los indocumentados.
La propuesta migratoria de “YesCalifornia” plantea la creación de un sistema de regularización migratorio estatal, al margen del federal, que en la práctica otorgaría permisos de residencia y trabajo a cualquiera que no tenga antecedentes sin importar su estatus legal en EEUU.
“Una de las razones por las que muchos latinos vienen a EEUU es por las cosas que EEUU ha hecho a sus países. EEUU ha estado implicado en asesinatos en Centroamérica y Sudamérica, golpes de estados, revoluciones, sus países han sido desestabilizados por culpa del gobierno federal de EEUU”, sentenció.
Marinelli indicó que esa iniciativa, y otra para crear un órgano consultivo que estudie el impacto que tendría la autonomía de California, han recibido el mayor número de apoyos por parte de los ciudadanos, aunque aún están muy lejos de las casi 400.000 firmas que se necesitan para que se voten en referéndum.
“YesCalifornia” empezó a recabar apoyos en agosto y tiene seis meses para encontrar el respaldo popular necesario.
Paralelamente, está trabajando en otro plebiscito para 2020 que sigue el modelo del planteado por Quebec (1980).
En esa consulta se preguntaría a los californianos si quieren ser soberanos respecto a sus leyes (incluido sistema migratorio), impuestos y política exterior mientras se mantiene una alianza económica, militar y política con EEUU.
Si la mayoría de los electores estuviera a favor del mayor autogobierno pero el gobierno federal no lo permitiera, Marinelli cree que habría que dar un paso más y plantear un referéndum independentista similar al que se celebró en Escocia en 2014.
“Esto -zanjó- se supone que, después de todo, es una democracia”.