La escasa señalización provoca continuos accidentes en La Habana, y lo peor es que este tipo de sucesos ocupa el quinto lugar entre las causas de decesos en Cuba.
Un “almendrón” azul —un Dodge de 1948— impactó por el costado derecho a un Lada blanco perteneciente al Tribunal Provincial de La Habana. El auto ruso bajaba por la calle Lealtad rumbo a Zanja, mientras el americano avanzaba por Salud en dirección a Belascoaín.
La causa evidente del choque estuvo relacionada con el derecho de vía, pero la responsabilidad es otra cosa, es la escasa señalización.
Afortunadamente, el “veterano” azul rodaba a escasa velocidad y solo dejó algunas abolladuras en una puerta trasera del Lada. Pudo haber sido peor. En la esquina de Lealtad y Salud no hay señal alguna —específicamente el obligado PARE— y justo allí terminaba la preferencial para el Dodge. ¿Cómo podía el chofer determinar que era su obligación detener el vehículo?
Los cubanos somos curiosos, y un choque, por mínimo que sea, concentra más personas y provoca más opiniones que una asamblea de rendición de cuentas del Poder Popular.
“Yo mismo he puesto el dichoso PARE, colgado de un listón de madera y al otro día no está”, se quejó un carnicero, cuyo establecimiento radica en la citada esquina.
“Desde Galiano hasta aquí son seis cuadras con la preferencia para el que viene por Salud. Si no hay señal, cualquier chofer se confunde, aunque lo indicado es aminorar el paso y cerciorarse, pero el hombre no es adivino”, dijo un conductor que parquea su viejo Moskovich en la zona.
“Se ha llamado a la Dirección Nacional de Tránsito (DNT) de la Policía advirtiendo sobre el peligro”, aseguraron transeúntes junto a la Iglesia Presbiteriana cercana al lugar.
No se trata de un caso aislado. Dos meses atrás un ómnibus de la ruta 20 que bajaba por la calle Belascoaín rumbo a San Lázaro impactó a otro almendrón que también violaba el derecho de vía al cruzar la trasversal Neptuno. Era de noche y el semáforo no funcionaba desde semanas atrás.
Lamentablemente se perdieron vidas humanas en tal ocasión debido a la escasa señalización.
Tanto en un caso como en el otro, la población criticó la lentitud cuando se trata de restablecer las señales perdidas por deterioro o robos. Lo peor es que, de acuerdo a repetidos informes de la DNT, violar el derecho de vía es una de las causas más frecuentes de accidentes en el país.
Hurgando en las estadísticas oficiales, hasta octubre pasado los accidentes de tránsito dejaron en la Isla 615 muertes, con un promedio de ocho víctimas por cada 10 colisiones. Los heridos sumaban entonces 6.755, según datos de la Comisión Nacional de Seguridad Vial (CNSV).
Este tipo de sucesos ocupa el quinto lugar entre las causas de decesos en Cuba.
A los problemas de la señalización se unen el mal estado de carreteras, vías y vehículos, y las indisciplinas de conductores y peatones.
En la esquina de Lealtad y Salud, el chofer del Lada chocado solamente tenía un temor: tratándose de un vehículo estatal el hombre exigía un documento oficial donde se consignara que no era el culpable. “Si no, me botan del trabajo”, decía.
Su contraparte, al parecer, intentaba llegar a un “arreglo” sin intervención legal, algo habitual entre cubanos.
Entre los curiosos, sin embargo, predominaban otras preocupaciones. “Las culpas nunca caen al suelo y, aunque al final alguien pagará, verdaderamente la culpa la tiene el Estado”, consideró un testigo.
De DDC.