Voluntarios de la Cruz Roja, sismólogos y representantes de Organizaciones No Gubernamentales como CARE France, OXFAM Bélgica y Handicap Internacional, intercambiaron hoy con la población santiaguera acerca de las principales acciones que deben realizar para protegerse en caso de un terremoto.
Hasta el reparto Abel Santamaría, de esta ciudad, llegaron los activistas quienes debatieron con los vecinos y esclarecieron las dudas, además de entregarles los folletos “Plan familiar de prevención en caso de sismo” y “Qué hacer en caso de un sismo”, donde se orienta como responder adecuadamente ante esos eventos naturales e impredecibles.
Los impresos incluyen recomendaciones para preparar la mochila de emergencia, el punto de encuentro familiar, las responsabilidades que deben asumir los miembros del hogar, distribución de las tareas en caso de un sismo, y orientaciones precisas para conformar la tarjeta de identificación.
También compartieron conocimientos con los niños y profesores del círculo infantil “Nene Traviesa” y el seminternado de primaria “Raúl Gómez”, importantes encuentros para la educación ante desastres teniendo en cuenta que los niños se convierten en multiplicadores de conocimientos en cualquier escenario donde se encuentren.
Estas acciones forman parte del proyecto “Ciudades preparadas y alertas ante el riesgo sísmico en el oriente cubano”, que coordina por la parte cubana la Ingeniera Yelena Berenguer, quien insistió en propiciar el conocimiento necesario acerca de los terremotos, sus particularidades y qué debe hacerse antes, durante y después de que ocurran.
La sismóloga adelantó que se realizarán charlas en comunidades para responder a todas las inquietudes de los santiagueros respecto a los movimientos telúricos, además de intercambios con personas discapacitadas.
Dicho proyecto tiene por escenario los municipios de Santiago de Cuba, Guantánamo y Baracoa a fin de elevar la capacidad de respuesta de la población ante la ocurrencia de un terremoto, así como fortalecer el sistema de alerta temprana.
En el proyecto intervienen por la parte extranjera la Oficina de Ayuda Humanitaria y Protección Civil de la Comisión Europea (ECHO), que actúa como donante principal, CARE France y OXFAM Bélgica como contribuyentes, y Handicap Internacional como asistencia técnica.
Por la parte cubana están el Centro Nacional de Investigaciones Sismológicas, como líder del proyecto, acompañado por el Ministerio de Ciencia, Tecnología y Medio Ambiente, la Cruz Roja, la Universidad de Oriente, y los gobiernos locales.