Según reportó el diario oficial Granma, órgano del Partido Comunista, El Régimen Cubano se quejó este viernes de la existencia de “mercaderes” que han encontrado “una manera de lucrarse”, a partir de la apertura en julio pasado de unos 35 puntos de conexión WiFi en todo el país.
El periódico resalta el entusiasmo provocado por una nueva posibilidad de acceso a internet, pero critica “la existencia de otros mercaderes, quienes cobran hasta una simple asesoría” o posibilitan el acceso a mitad del precio oficial, establecido en 2 CUC (peso convertible) por hora.
Según la nota existen “mediadores o puntos de enlace” que, por “una comisión del total recaudado”, dirigen al cliente hacia otros, que “utilizan sus computadoras personales y dispositivos móviles, conectados a la WiFi, para con ellos mismos generar conexión inalámbrica que venden a otros usuarios”.
Entre los softwares más populares para lograr esta “WiFi compartida”, Granma menciona al Connectify Hotspot, variante que “reduce la velocidad de navegación y potencialidades de conectividad originales”.
Otros “acaparan” cupones de recarga, disponibles en los diferentes puntos de venta del monopolio estatal de las telecomunicaciones de Cuba (ETECSA), para luego, aprovechando la escasez y las largas filas, venderlos a 3 CUC, uno por encima de la tarifa oficial.
Según datos oficiales, desde la puesta en funcionamiento en junio de 2013 de las primeras 118 salas de navegación pública en instalaciones de ETECSA, los sitios de acceso a la internet en Cuba se han multiplicado hasta llegar a 600 en todo el país.
Diariamente se producen más de 55.000 conexiones en cada uno de los 35 puntos de WiFi repartidos por la Isla, de ellas 8.000 de forma simultánea, dice el Gobierno.
La nota de Granma admite que todavía hay muchos usuarios que “llegan a conectarse sin saber siquiera cómo encender la WiFi de su teléfono”; reconoce que “sin práctica no hay conocimiento posible”, y que el desconocimiento “condiciona y frustra la experiencia de navegación de unos, mientras llena el bolsillo de otros”.
“Aún es necesario mejorar la gestión de la empresa de telecomunicaciones para que no se limite solo a la firma de los contratos”, dice el diario. Añade que las instituciones del Estado cubano deben “orientar” el uso de las tecnologías y “solucionar” demandas de una sociedad en “camino a la informatización”.
El diario no menciona las molestias que han causado a los clientes cubanos las pobres condiciones de los puntos de acceso WiFi, la mayoría ubicados al aire libre.
Actualmente, la plataforma local Nauta ofrece dos modalidades: un servicio permanente de correo electrónico en el móvil, con un millón de usuarios, y el acceso temporal a internet con una velocidad de conexión de 1 megabyte, en el que, según datos de ETECSA, ya se han comercializado 3,8 millones de cuentas.
Cuba es uno de los países con menor tasa de conectividad del mundo, con solo el 5%, un porcentaje que se reduce al 1% en el caso de la banda ancha.
El acceso a internet desde los hogares no está permitido para los cubanos, salvo algunos sectores profesionales autorizados, como médicos, periodistas, intelectuales y altos funcionarios.