Tony Castro, Nieto de la famosa dinastía comunista cubana, es modelo para la mega-imperialista casa de diseño Chanel.
Un aspecto en el que sólo unos cuantos comunicadores repararon, pese a la relevancia del asunto si lo vemos con la ironía que amerita, es que un chico tímido, guapetón y en apariencia sencillo, Tony Castro, es nieto del aún mandamás de la poco a poco re-internacionalizada isla del encanto.
La firma francesa Chanel montó un show en el famoso y aún señorial, pese a las alguna vez opulentas mansiones que lo bordean, Paseo del Prado, que divide a La Habana en dos sectores (al final oriente está su famoso Museo de la Revolución). Fue fastuoso, incluso para los estándares isleños, dada la organización del extravagante director de la casa europea, Karl Lagerfeld, que convocó, y asistieron celebridades como la uber modelo Gisele Bundchen, la actriz oscareada Tilda Swinton, y el galán rápido y veloz Vin Diesel.
Esto fue la noche del martes, y los ruidosillos habaneros tuvieron un día de fiesta observando desde las aceras y los balcones de esas mansiones deterioradas por la falta de mantenimiento y que albergan a una decena de familias cada una, al menos.
El joven de 19 años, ya había estado en sesiones fotográficas para firmas pequeñas, pero la oportunidad de una pasarela de esta magnitud y para Chanel, de las casas de moda más grandes del mundo, era única. Se desconoce cómo se concretó su participación en el evento, pero fue uno de los pocos modelos cubanos participantes, alternando además con cotizadas figuras internacionales como Stella Tennant.
Tony Castro es hijo de Lisette Ulloa, presidente de la Comisión de Educación Sexual en la isla, y Antonio Castro Soto del Valle, hijo menor de Fidel Castro, actual vicepresidente de la Federación Cubana de Beisbol y de la Confederación Mundial de Beisbol y Softbol.
La pasarela duró poco más de 15 minutos pero fue cubierta por medios de todo el mundo, mostrando la magnitud de las relaciones exteriores de Mariela Castro, hija del actual presidente cubano, Raúl Castro, quienes no se hicieron notorios (al parecer, el patriarca Tío Fidel, no se apareció).
Y entre congas y ambiente carnavalesco, que en cualquier oportunidad aprovechan los cubanos para celebrar, destacaron el grupo Gente de Zona y la internacional Omara Portuondo, la dama de Buenavista Social Club. También estuvieron Mariela Castro, hija del presidente Raúl Castro, y su primo Antonio Castro, padre de Tony.
“Finalmente el mundo se abre a Cuba. Todos quieren venir a conocer la manzana prohibida, todos quieren descubrirla, saborearla, disfrutarla, explorarla”, dijo Mariela, hija del presidente Raúl Castro y directora del Centro Nacional de Educación Sexual.
El desfile en el Paseo del Prado, bulevar a 300 metros del mar, se realizó en medio de fuerte dispositivo de seguridad que mantuvo a raya a los exuberantes cubanos curiosos.
Debo decir que en un viaje reciente a La Habana, pude observar el crecimiento de la industria del diseño de ropa con características muy isleñas, portafolio que ha impresionado al mundo de la moda y a maestros como la venezolana distinguida Carolina Herrera.