El vicecanciller alemán, Sigmar Gabriel, que se reunió con el presidente de Cuba, Raúl Castro, y pidió menos trabas burocráticas para las empresas alemanas.
El también ministro de Economía germano llegó a La Habana el miércoles a la cabeza de una delegación de más de 60 empresarios de su país. Gabriel abogó estos días en Cuba por estrechar los vínculos comerciales entre ambos países y ofreció a La Habana una asociación económica de “igual a igual”. También pidió menos trabas burocráticas para las empresas alemanas que quieran operar en la isla.
Muchas firmas que operan o quieren operar en Cuba no reciben los permisos que necesitan o sólo lo hacen con condiciones que se imponían antes “a los combinados estatales, que por eso no funcionaban”, lamentó Gabriel. “Eso intentamos explicarlo y mi impresión es que eso lo entienden bien los líderes políticos (cubanos). Ahora se trata de ponerlo en práctica”, valoró también el líder socialdemócrata alemán sobre sus conversaciones en La Habana.
Aún bajo intercambio comercial
Antes de reunirse con Castro, el primer titular de Economía alemán que visita Cuba en 15 años se había reunido el jueves con el vicepresidente Miguel Díaz-Canel. También estuvo entre otros con su homólogo Marino Murillo, a cargo de las reformas económicas en la isla. En la delegación empresarial que acompañó a Gabriel estaban representantes de grandes firmas como Volkswagen, Siemens y Bosch, así como de numerosas pequeñas y medianas empresas de la principal economía europea.
El comercio entre Alemania y Cuba es bajo en comparación con las relaciones comerciales de la isla con otros países europeos como Francia o España. En Cuba operan actualmente unas 50 empresas germanas. Alemania exportó en 2014 a la isla bienes por sólo unos 224 millones de euros (240 millones de dólares) y recibió importaciones cubanas con un valor de 33 millones de euros (35 millones de dólares).