Los herederos de Meyer Lansky, Mafioso empresarial de la colonia del juego y mafia norteamericana en Cuba entre 1933 y 1958, están exigiendo al Gobierno de Cuba compensación por las propiedades y negocios que la Revolución Cubana le confiscó cuando tomaron el poder en 1959.
La hija de Lansky, Sandi, su hijo Gary Rapoport y su hermano Paul, han presentado una reclamación de indemnización contra Cuba por el Hotel Riviera con la Comisión de Solución de Reclamaciones Exteriores de EE.UU.
“Fue a través del arduo trabajo de mi abuelo que se construyó el hotel”, dijo Rapoport. “Somos sus relaciones naturales. . . . Por derecho, debería ser de nuestra propiedad. “Dice que el hotel Riviera está valorado en $70 millones de dolares.
El Riviera, con vistas al estrecho de Florida, fue la joya de la corona de Lansky Casinos, con hoteles y centros nocturnos en La Habana. Cuando el Riviera abrió en diciembre de 1957, fue el más grande hotel-casino propiedad de la mafia fuera de Las Vegas. Con 440 habitaciones dobles, el hotel estaba completamente lleno para la temporada de invierno de 1957 a 1958.
El Riviera es uno de los cuatro hoteles con casino, que se abrió en La Habana entre 1955 y 1958. Los bancos cubanos subsidiaron el 50 por ciento del proyecto del casino Riviera con $14 de millones de dólares; inversores ligados a Lansky pusieron el resto.
Lansky lanzó su plan con Batista para abrir casinos y discotecas, propiedad de la mafia en Cuba en 1933. Lansky prometió hacer de Batista, que acababa de llegar al poder pornun golpe de Estado, un socio de sus negocios. Batista y su círculo interno, obtendrían pagos periódicos de los jugadores de la mafia. A cambio, se les permitiría a los gángsters operar sin interferencia de las autoridades cubanas. Con un apretón de manos y un abrazo, Lansky y Batista sentaron las bases del Estado del gángster cubano.
En 1959, Lansky se ofreció a organizar el asesinato de Castro en una reunión con la CIA, de acuerdo con el Doc Stacher, un asociado de Lansky de toda la vida.
Meyer Lansky (nacido Meier Suchowlański, conocido como el “Contador de la mafia ‘”, era una importante figura de la delincuencia organizada que, junto con su socio Charles “Lucky” Luciano, jugó un papel decisivo en el desarrollo del “Sindicato del Crimen Nacional” en los Estados Unidos y Cuba.
El Tampa Bay Tribune, Reuters, y Haaretz también han cubierto esta historia.