SAN JUAN:La disidencia cubana pidió hoy la unidad de quienes luchan contra el régimen castrista desde dentro y fuera de la isla durante la clausura del primer Encuentro Nacional Cubano, celebrado en la capital puertorriqueña.
Guillermo Fariñas, ganador del Premio Sajarov de derechos humanos, dijo que la oposición al Gobierno de Raúl Castro “no se va a dividir entre el exilio y la oposición interna”, durante la conferencia de prensa en la que se leyó la Declaración de San Juan, que contiene el resultado de la reunión iniciada el pasado jueves.
Señaló que toda la disidencia busca la libertad de Cuba “sin claudicar” a principio alguno y resaltó que el régimen cubano no tiene ninguna legitimidad por haber llegado al poder por medio de la fuerza.
La Declaración de San Juan, un escueto comunicado de una página, apunta que la unidad es el principal mensaje que sale del encuentro celebrado en un hotel de la capital puertorriqueña entre los pasados días 13 y 15 y organizado por Cubanos Unidos de Puerto Rico.
La declaración señala que el propósito del encuentro fue “buscar vías para conciliar la labor de las fuerzas pro democráticas con el compromiso de restaurar la soberanía a los ciudadanos cubanos y todos sus derechos fundamentales”.
La declaración resalta que para “lograr la libertad plena del pueblo cubano y un genuino estado de derecho” no es negociable “la libertad incondicional de todos los presos políticos y la derogación de todas las leyes que atenten contra las libertades fundamentales”, entre las que incluye la de expresión, prensa, asociación, reunión, manifestación y religión.
Se apunta que tampoco es negociable la participación del pueblo “en toda decisión de la nación, la legalización de todos los partidos políticos y las elecciones libres y pluripartidistas”.
Durante el Encuentro Nacional Cubano también se acordó trabajar en la campaña por un plebiscito vinculante en favor de unas “elecciones libres, justas y plurales bajo condiciones democráticas que garanticen la soberanía de los ciudadanos”.
Otro de los puntos acordados fue suscribir el Acuerdo por la Democracia en Cuba de 1998.
Promover la estrategia de la lucha no violenta facilitando “la capacitación de los luchadores pro democráticos en las metodologías de desobediencia civil” es otro de los acuerdos.
El documento señala como último punto de acuerdo el trabajar para derrumbar el muro cibernético en Cuba y esforzarse para que “la oposición interna tenga los recursos tecnológicos con los que continuar la movilización ciudadana”.
En la conferencia de prensa se anunció la celebración de un segundo Encuentro Nacional Cubano, aunque sin especificar lugar ni fecha.
Además, se estableció una Comisión Coordinadora de Enlace que se extenderá durante seis meses y tendrá como principal función dar seguimiento a los puntos acordados en San Juan y comunicárselo a todas las organizaciones “en el espíritu de unir la oposición interna y externa”.
La reunión trajo a San Juan a 23 organizaciones del interior de Cuba y 32 del exilio representadas por más de un centenar de personas.
Destacó la presencia de Guillermo Fariñas, que al comienzo del encuentros señaló que “existe un nuevo contexto por el cambio en las relaciones entre EEUU y Cuba y por ello es necesario lograr unidad”.
Eliécer Ávila, joven opositor y colaborador del periódico digital “14ymedio”, que dirige la bloguera Yoani Sánchez, dijo que la sociedad civil todavía tiene que adaptarse al nuevo escenario.
El también opositor desde el interior de Cuba Mario Lleonart apuntó que a pesar de que hay que tener en cuenta el acercamiento entre las autoridades de EEUU y La Habana, que culminó la pasada semana con la apertura de la embajada de Estados Unidos en la capital cubana, el problema no se solucionará con la normalización de relaciones.
“Si logramos que toda la oposición sea respetada habrá avance”, dijo.
Con ese mismo propósito de la reunión que este lunes concluyó fue presentada en La Habana el pasado día 10 la Mesa de Unidad de Acción Democrática (MUAD), una iniciativa que busca impulsar el movimiento ciudadano para encaminar una transición democrática en el nuevo contexto político.
La presencia de cerca de 20,000 cubanos en Puerto Rico y la afinidad cultural fueron algunas de las razones para traer el encuentro a San Juan, según la organización.