El video difundido por El Nuevo Herald fue grabado la semana pasada, muestra cómo agentes de policía ejecutan a un hombre que tenían detenido. Dos de los efectivos toman al hombre de los brazos mientras un tercero le apunta con una pistola.
Al ver el arma, la víctima trata de voltear la cabeza para no mirar, pero uno de los efectivos le ordena que mire al frente. Obedece y a los pocos segundos suena la detonación.
Las imágenes fueron grabadas desde un edificio cercano, sin que los agentes se dieran cuenta.
El diario detalla que una vez que la víctima cae al piso, los uniformados modifican la escena del crimen. Mueven sus piernas y vierten agua sobre la sangre, “presumiblemente para tratar de dar la impresión de que la víctima había muerto junto con sus compañeros, cuyos cuerpos aparecen al inicio del video”.
El periódico afirma haber accedido a este clip a través de una fuente confiable vinculada con los organismos de seguridad de Venezuela.
El artículo explica que Venezuela se encuentra actualmente acosada por una serie de fusiones entre las tradicionales pandillas para conformar las “megabandas”, organizaciones conformadas por 50 integrantes o más que operan con virtual impunidad en distintas zonas del país.
Según los expertos, el surgimiento de este fenómeno se debe “a una serie de errores cometidos por el régimen chavista, que incluyen la adopción de iniciativas gubernamentales insensatas, la corrupción de funcionarios que les suministran armas de guerra y la impunidad que otorga una inexistente política de Estado para combatir el crimen”. Varias de esas organizaciones operan en el estado Aragua y desde hace varias semanas se encuentran en guerra con las autoridades policiales de ese estado.